El autoconsumo fotovoltaico es una práctica a la que se pone un sinfín de etiquetas, muchas de ellas falsas. Entre los mitos que circulan hay algunos que dificultan su implantación, pero tampoco faltan los tópicos que animan a lanzarse a su instalación de forma precipitada. Y es que, como en todo, la decisión de poner paneles solares en un domicilio particular, siendo una iniciativa aconsejable en general, debe ser cuidadosamente evaluada, atendiendo a las circunstancias particulares del usuario.
DESMONTANDO LAS FÁBULAS,
Empezaremos por que fomentan el miedo al autoconsumo solar. Para ello, reproduciremos la relación que sobre las mismas ha realizado Comunidad Solar, compañía española del ramo, que enuncia y refuta cinco prejuicios fundamentales:
- El autoconsumo es exclusivo para viviendas unifamiliares: «Está muy extendida la creencia de que el autoconsumo fotovoltaico está restringido a familias que residen en chalets o adosados»
-lamentan desde Comunidad Solar- «Pero lo cierto es que existen diversas opciones que no dependen de tener un tejado propio». En España, recuerdan, el 65% de la población vive en pisos y puede disponer de sus propios paneles en un parque solar a decenas o cientos de kilómetros de su hogar (autoconsumo remoto); acordar con sus vecinos la instalación de paneles en el edificio (autoconsumo colectivo); o aprovechar la energía generada en una instalación centralizada en una ubicación cercana (comunidad energética).
- El autoconsumo es poco rentable: el prejuicio popular de que el autoconsumo tiene un coste económico elevado «choca frontalmente con su gran rentabilidad», exponen. «En primer lugar, en los últimos años las regulaciones han pasado de frenar el autoconsumo con el Impuesto al Sol -derogado en 2018- a incentivarlo con subvenciones» -argumenta Comunidad Solar- «En segundo lugar, la tecnología solar ha evolucionado enormemente en la última década y se ha abaratado, haciendo que la inversión en autoconsumo sea mucho más accesible para la gente». Por último, Comunidad Solar cifra el ahorro medio mensual en la factura de la luz «en un 70%» y estima que «las inversiones se amortizan en un periodo de 6 años».
- El autoconsumo solo es posible en las regiones más soleadas: aunque en la compañía conceden que es cierto que las nubes densas reducen el rendimiento de los paneles solares, matizan que «mucha gente desconoce que estos no recogen la luz sino la radiación solar, por lo que siguen produciendo energía incluso en los días en los que el cielo no está despejado». Si bien territorios como Murcia o Andalucía son localizaciones más eficaces para el autoconsumo que otras con menos horas de sol, como Galicia o País Vasco, cualquier región de nuestro país tiene mayor potencial solar que el de las principales ciudades europeas. «Además, el modelo de autoconsumo remoto permite la posibilidad de generar la energía solar en los lugares con mejores condiciones y consumirla en otros menos favorables», agregan.
- Los paneles solares son perjudiciales para el medio ambiente: los expertos de Comunidad Solar son categóricos al rechazar esta afirmación: «La energía solar es limpia, renovable y cumple un papel importante para el bienestar del planeta, reduciendo la dependencia de los combustibles fósiles que son los principales emisores de gases de efecto invernadero». El impacto ambiental de la fabricación de paneles solares, explican, «es muy inferior a la de otras formas de energía, y al final de su vida útil la mayoría de sus componentes son reciclables».
- Los paneles solares requieren un mantenimiento exhaustivo: «El argumento de que las placas fotovoltaicas son frágiles está alejado de la realidad» -proclaman en Comunidad Solar- «La innovación tecnológica ha permitido que actualmente los paneles sean muy resistentes y tengan una vida útil de entre 25 y 30 años». Éstos, explican, suelen estar cubiertos con vidrio templado, que protege las células solares de su interior frente a impactos, vibraciones y cambios climáticos. «El mantenimiento esencial consiste en retirar la suciedad y el polvo tres o cuatro veces al año para que tengan el máximo rendimiento», aconsejan.
LAS AUTÉNTICAS DESVENTAJAS DEL AUTOCONSUMO
Después del concienzudo trabajo de demolición de los bulos negativos sobre el autoconsumo fotovoltaico, toca ponerle bridas a todo lo contrario: el exceso de entusiasmo respecto a esta forma de generación. Para ello, MERCA2 se ha puesto en contacto con el director de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), José Donoso, quien constata que la instalación de placas, siendo esencialmente beneficiosa, también acarrea inconvenientes, la mayoría de ellos de corte burocrático.
Procedamos, pues, a desmentir algunos mitos ‘optimistas’ que sobrevuelan la autogeneración solar:
- El autoconsumo te proporciona energía infinita y siempre disponible: «Como es obvio, el autoconsumo es más rentable cuando tu gasto energético coincide con las horas diurnas», concede Donoso. No obstante, la instalación de baterías de almacenamiento hace desaparecer este problema, aunque, naturalmente, también engorda la cuenta de gastos. «Poner baterías es de lo más interesante si quieres aprovechar el sistema al 100%, pero claro, hay que echar cuentas».
- Siempre puedes vender lo que no consumes: precisamente, uno de los mayores incentivos para animarse a poner baterías es poder vender la energía excedentaria que ni hemos consumido ni vamos a consumir. En el caso de las comunidades de vecinos, el escaso desarrollo normativo de este aspecto del autoconsumo puede hacer confuso el reparto del sobrante entre los comuneros, ya que «aún no se ha establecido reglamentariamente unos parámetros dinámicos que determinen el reparto de los coeficientes en función del consumo real».
- Tramitación fácil y rápida: «El gran problema que persiste para el autoconsumo y las comunidades energéticas son las barreras administrativas», reconoce Donoso- que señala a este aspecto como la causa de los «largos tiempos de espera» que padecen los usuarios antes de poder iniciar la instalación de sus placas.
- Hay todo tipo de jugosas subvenciones al autoconsumo: Esta afirmación, aunque lejos de ser falsa, esconde gran parte de la problemática expuesta en el punto anterior. Y es que la espera para obtener las ayudas públicas puede llegar a ser desesperante: «Actualmente hay abiertas 500.000 solicitudes, una cantidad de trabajo para el que las administraciones autonómicas no estaban preparadas», señala el director de UNEF, quien agrega que esto se traduce en retrasos de casi dos años. «En la UNEF somos más partidarios de las desgravaciones fiscales, por ejemplo en el IBI», concluye Donoso.
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